Aún me estoy riendo del pobre Graeme, un cliente Escocés que un buen día me dijo...que bambas mas chungas tienes. En alusión a mis zapatillas de colores que tenía hace algún tiempo.
La verdad que eran algo estridentes. Y el pobre, ya que hacía bien poco que estaba en España, se refería a chulas, y no chungas.
Historias divertidas como estas ya sabéis que he ido contando muchas. Y ahora hacía tiempo que no contaba alguna. Y hoy me he decidido a contar alguna.
Como el día que un cliente, Jaume que era un poco pesado. Y la verdad no estaba muy bien. Me dio por decirle que cuando pasase saludase algún día. Para que dije nada. Ya lo tienes ahí cada día diciendo bon díaaa.
Ya al cabo de unos meses y un poco harto de ser tan pesado. Va y me escondo detrás de la puerta por la cual vi que iba a entrar. Y al entrar ni le dejé decir nada. Le suelto fuerte... BUHHHH. Pegó un bote el pobre, y soltó HIJO DE PU...jajaja. No volvió a saludar.
Esta no es tan divertida pero fue fuerte.
En mi otra peluquería que teníamos antes, había un ventilador de aspas de techo. Y un buen día va y no se le ocurre a Ferrán, que pobre estaba esperando su turno, y yo decirle. Va Ferrán te toca.
Se levanto y no se le ocurre estirarse los brazos hacia arriba. Y zas el dedo topó con las aspas del ventilador y se oyó un golpe seco. Y él se desmoronó del impacto y sobre todo del susto, ya que no se lo cortó de milagro, pero se lo rompió. Menudo susto.
Pero para susto. El de Toni un cliente antiguo al cual le dio un corte de digestión aun estando mi padre. Y al darle tal sopapo, mi padre lo reanimó, no se bien como, y rápidamente llamamos a la ambulancia. Y en 05 minutos estaba allí.
Menos mal de la rapidez, porque de poco se queda allí.
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