La imagen era genial, ultimo corte de cabello del día, Toni, Javier, Wiron, y yo.
La persiana medio cerrada, y 4 gintonics esperándonos.
Hendrick,s gin y unas buenas tónicas, y mejor compañía.
Ese era el día y el momento adecuado para esa situación, son esos instantes que uno no olvida, ya que es obvio que no todos los días uno se permite estos detalles.
Y lo mejor de todo, que ni uno ni otro se lo imaginaban. Y en eso estriba la cuestión.
No fue el único día de este tipo, ya que un mes antes con Gerard, y llegando tarde nos propuso un corte de cabello a última hora.
a cambio, nos traía una sorpresa.
Ya que había trabajado todo el día en unas destilerías, y le habían regalado un par de botellas de ginebra y ron.
Y al acabar el corte de cabello nos deleitó con 3 gintonics de ginmare.
Otro gran momento.
Y no solo de gintonics vive el barbero, si no de cervecitas .
Como mis amigos Vicentó y Carlos que estos, llevando mucho tiempo diciéndome que nunca se habían tomado una cerveza en mi barbería. Y en un par de veces los he sorprendido con una cervecita, ya que solo lleva uno 40 años viniendo y el otro, le tengo un cariño especial ya que es una persona única, entre otras cosas por el aprecio que le tiene a mi padre.
Y como no, los chupitos de limocello made in limonel di manel.
Que conste que esto no es lo normal. y siempre son fuera del horario laboral. Ya que si no.
Imagináis vuestras cabezas bajo los efectos de tan maravillosas bebidas y combinados?
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