sábado, 21 de enero de 2012
Hay cosas que no tienen precio, para lo demás mastercard
Hay momentos en que uno se siente más orgulloso aún de lo que es y de lo que realiza.
Iré contando a lo largo del blog momentos remarcables, que son muchos e imposible de contar en una sola entrada.
Que alguien te traiga cada vez que prepara su licor casero un botellín para que lo disfrutes y ver con la ilusión que entra, no tiene precio.
Que un buen amigo vea a tu padre al que hacía años que no veía le dé un abrazo y
se haga la foto con nosotros y la suba enseguida y comparta con amigos, no tiene precio, que te envíen mensajes desde Australia, EEUU, Alemania entre otros para saber que tal estás, no tiene precio, que te regalen botellas de vino y cava a para las navidades, no tiene precio, que se emocione un amigo que va en silla de ruedas cuando has puesto una rampa de acceso, no tiene precio, que te digan llorando que van a ser padres después de estar dos años intentándolo tampoco lo tiene.
Y así estaría horas, pero a lo que me refiero es que como no voy a amar este oficio e ir con alegría cada día con tal cantidad de clientes tan especiales. Todo esto no tiene precio, para lo demás mastercard
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